La música instrumental (30) Hugo A. Di Leonardo
Apreciaciones sobre la música de Vivaldi (III) – Denis Arnold
“Quizá alentado por su propio príncipe, Bach, al no tener violinistas tan virtuosos como los italianos a los cuales recurrir, transcribió alguno de estos conciertos para teclado (su amigo en la Stadtkirche, Johann Gottfried Walther (1684-1748), hizo lo mismo para otros italianos modernos, tales como Tomasso Albinoni) y, a su manera, añadió unas cuantas cosas como para acabar ‘con cualquier sospecha de simplicidad’”( Denis Arnold, Bach )
Denis Arnold (Sheffield, Inglaterra, 1926) fue un prestigioso autor de dilatada trayectoria en el campo de la música. Bachelor of Arts desde 1975 y luego catedrático de la Universidad de Oxford, publicó numerosos libros sobre la música veneciana de los siglos XVI y XVII. Sobre Vivaldi escribió diversos artículos: ‘Orphans and Ladies’, ‘The Venetian Conservatoires (1690 a 1707)’ y ‘The Musical Times’ en 1963 e ‘Instruments and Instrumental teaching at the early Italian Conservatoires’. Además escribió otros artículos que se publicaron en el Galpin Society Journal, Early Music, bajo el titulo de ‘Vivaldi’s Church Music’, ‘Vivaldi’s Motet for solo voices’ y muchísimas obras más, fruto de años de investigación.
Denis Arnold continuó siendo hasta su muerte en 1986, catedrático titular (Header professor) de Música en la propia Universidad de Oxford y además editor del New Oxford Companion to Music. En 1984 publicó, bajo el auspicio de la Oxford University Press, su libro Bach, para la colección ‘Maestros del Pasado’ (Past Masters)
Bach es un pequeño libro de buena lectura y detallada información. La obra está dividida en cuatro capítulos denominados 1. Orígenes, 2. Kapellmeister en Cöthen, 3. Leipzig, y 4. La herencia. La obra finaliza con un indice referido a la música y luego una cita de nombres de otros compositores o personalidades relacionadas con la música y obviamente con Bach.
Sospechas de simplicidad
Hecha esta introducción, sería interesante preguntarse por qué el profesor Denis Arnold sugiere la idea de que habría o tendrían cabida sospechas de simplicidad, como se cita en la frase de su libro, que da comienzo a esta nota, acerca de las transcripciones que Bach realizara de la música de muchos de los contemporáneos del período barroco.
¿Pensaría el Profesor Arnold que el propio Bach se anticipaba a juicio de los tiempos?
Al fin y al cabo eran solo transcripciones. Una manera nada desdeñable de aprender a componer, tomando como modelo a otros compositores, salvo que esto fuese un pecado, o una degradación solo permitida a otros mortales pero no a Bach, de manera tal que éste tuviese que agregarle ciertos aditamentos a ésta música, como sugiere el perspicaz Luc-André Marcel, en su libro Bach, para eliminar la mentada sospecha de ‘simplicidad’ que sugiere Denis Arnold.
Cuánta intriga…..
Sin embargo el propio Arnold, agrega mas adelante, en el capitulo n. 3 denominado ‘Leipzig’, (pagina 60) que: “Estas potencialidades se encuentran en gran medida en la escala y la sonoridad. Escala no significa extensión: después de todo, estos conciertos para clavicémbalo eran meros arreglos de conciertos que tomaron como modelo a Vivaldi”. La pregunta sería: Si eran meros arreglos, ¿por qué había que agregarles ciertos aditamentos y acabar ‘con cualquier sospecha de simplicidad’?»
De estos ‘simples arreglos’, dice Luc-André Marcel que: “Un toque aquí y otro allá, y ya entonces no suena tanto a Vivaldi, sino a Bach”. ¿No sería más ecuánime pensar que estas transcripciones sonaban un poco a ambos?. Supongo que al propio Bach este juego de palabras no le interesaría. Su objetivo era la música y por lo visto ‘la buena’. Confiemos en Bach.
Queda muy en claro, sin embargo, que el modelo vivaldiano y de otros contemporáneos siguió siendo eficaz. En aquellos años, fueron los compositores italianos quienes marcaron el rumbo al influjo de la figura de Arcangelo Corelli e imprimieron su sello a la forma concerto y a todo el desarrollo de la música instrumental.
Música de moda
“Alrededor de 1713, el príncipe y algunos músicos de Weimar, parecen haber traído algo de la música de moda en los Países Bajos, donde un editor había logrado apoderarse de los conciertos del joven Vivaldi (solo seis o siete años mayor que Bach), procedente de Venecia, doce de los cuales aparecieron como el opus III con el titulo de L´Estro Armonico”
Parecería ser que la música de otros compositores y famosos sólo es música de moda
Podríamos agregar que esa música no estaba de moda “solo en los Países Bajos”, sino en toda Europa. La alusión al editor a quien se menciona pero no se nombra está referida concretamente a Estienne Roger, quien desde el año 1697 había montado en Ámsterdam, Holanda, su propia empresa de música y por aquellos años era uno de los más conocidos editores. Según Arnold éste se apoderó de los conciertos del joven Vivaldi (¡joven de 35 años!) aunque tal vez obtuviera una licencia del veneciano para su publicación.
El termino ‘apoderarse’ le cabría también al inglés John Walsh de Londres, que en aquellos años pirateaba toda clase de obras que en copias llegaran a sus manos, según menciona el Profesor Michael Talbot, aunque para The Oxford Companion to Music, Mr. Walsh, fue un destacado publishing of music del siglo XVIII, recordado por haber editado entre sus primeras obras el Rinaldo de Handel.
Duro con Corelli
“Vivaldi, tan virtuoso como violinista como Bach lo era como organista, reorganizó el concierto a partir del modelo proporcionado por Corelli, que no era un virtuoso…” (Pág. 9)
“La música de Vivaldi arrasó Europa en las dos décadas posteriores a 1710, expulsando al viejo ‘Concerto grosso’ corelliano y alentando una nueva generación de virtuosos del violín como Locatelli, Veracini y Francesco Geminiani….” (Pág. 10)
Decir que Corelli “no fue un virtuoso”, es decir bastante poco o nada, hacia la figura de quien representa unos de los fenómenos más importantes del periodo barroco y cuyo aporte al desarrollo del concerto grosso tanto influyó en los maestros del barroco tardío y en toda la evolución de la música instrumental.
Luego agrega que la música de Vivaldi ayudo a expulsar al viejo concerto grosso corelliano y alentó a toda una nueva generación del virtuosos del violín. ¿No será tal vez que toda esa nueva generación nació al influjo de la musica de Corelli?
Los conciertos brandeburgueses
“La verdad es que componía sus propios conciertos de tipo vivaldiano con alguna profusión. Los Conciertos de Brandeburgo son en realidad el equivalente más cercano al conjunto de los seis conciertos de Vivaldi.” (pag. 21)
Tal vez sería interesante pensar que estas obras están mas emparentados con los Concerti con Molti Stromenti del veneciano. No existen en las publicaciones de Vivaldi ningún opus que contenga entre sus conciertos, diversos y variados instrumentos, como es el caso de los brandeburgueses, en donde los instrumentos que se agregan al conjunto de cuerdas no están tratados de manera solista sino formando parte de la orquesta.
El primero de Brandeburgo y su ‘Menuetto’ final
¿Realmente compuso los Conciertos de Brandeburgo al estilo vivaldiano?. Decía Luc-André Marcel que Bach trataba libremente sus modelos (¡por qué razón no iba a hacerlo!). Parecería ser que la eleccion fue muy libre puesto que es bastante difusa, por ejemplo, la idea de agregar, un cuarto movimiento ‘Menuetto’ al primer concierto brandeburgues, puesto que no sigue los parámetros del esquema Rápido-Lento-Rápido del modelo iniciado por Torelli y continuado por Vivaldi. Casi diríamos que esto se emparenta mas con la idea de Handel de imponer más de tres movimientos a sus conciertos como podemos verlo y apreciarlo en su opus 6. Curiosamente estos conciertos, publicados después de 1730, son de estilo corelliano, lo que tal vez contradice lo planteado por Arnold.
“Six Concerts avec plusieurs instruments”
Un hecho de especial atención indica que los famosos Conciertos de Brandeburgo, llevan un titulo en francés, “Six Concerts avec Plusieurs Instrumens”. Tal como ocurría en aquella época en muchos países de Europa, el idioma ‘culto’ era el de Versalles.
La excelente serie de seis Conciertos de Brandeburgo, “Dediées A Son Altesse Royalle, Monsegneur Cretien Louis, Marggraf de Brandebourg, par Jean Sebastien Bach” se continúa con distintos tipos de conciertos que agrupan y asocian a instrumentos diversos, aunque no de manera solista, como violino piccolo, cornos da caccia, viola da gamba, flautas, oboes, cembalo, trompetas y violín.
El virtuoso italiano versus el Kapellmaister alemán
Vuelve a aparecer entonces, ese afán por la comparación que tanto les gusta a algunos estudiosos de la música. Parecería ser que a algunos de los panegiristas de Bach, les molesta el virtuosismo del veneciano.
Les hace mal. Tal vez hubieran deseado que Bach hubiese nacido musicalmente de ‘generación espontánea’. Que hubiera sido ‘genio por si mismo’ sin necesidad de recurrir a otros, ya que tener que adjudicarle unos pocos meritos ‘a ese veneciano, algo díscolo, y para colmo cura’, o a algún otro músico que pululaba entonces, siempre resulta algo fastidioso.
Se observa entonces alguna mención medio tapada y algo velada, casi con desdén, que recuerda a aquella poco feliz frase de: ‘Vivaldi el artesano, Bach el genio’.
“Y ya no suena tanto a Vivaldi sino a Bach”. “Se apoderó del genio de Vivaldi”. “Mientras Vivaldi, después de enunciar sus temas, los rompe, Bach disfruta con la extensión de las ideas”. (otra de las genialidades del prodigio de Luc-André Marcel)
Tal vez no se atreven a decirlo abiertamente. Es como que Bach se inspiró en Vivaldi pero después lo sobrepasó, así que la música del veneciano le quedo chica. Para algunos de estos panegiristas embebidos de ceguera del viejo Bach, la sombra de Vivaldi es y parece que seguirá siendo solo un ‘mal’ recuerdo para ellos, aunque tal vez los concerti del veneciano hayan sido siempre un ‘buen’ recuerdo para el propio Bach.
Los idus de marzo
Un mes de marzo, aunque en distintos años vio nacer a ambos. Vivaldi en la órbita de Piscis y Bach bajo el signo de Aries. Veremos como los cruza el destino hacia el final de sus vidas en una próxima entrega.
Bibliografía
1. Denis Arnold, Bach, Harla SA, México, 1993
2. Walter Kolneder, Guía de Vivaldi, Alianza Editorial, Madrid, 1989
3. Michael Talbot, Vivaldi, Alianza Editorial, Madrid, 1990
4. Percy A. Scholes, The Oxford Companion to Music, Oxford University Press
5. Luc-André Marcel, Bach, Antonio Bosch Editor, Barcelona, c. 1980